Se realizó la 109na. asamblea del Consejo Federal de Educación, presidida por el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta. Hubo acuerdo entre los titulares de las carteras educativas de todos los distritos del país en intensificar la presencialidad en las clases, en virtud de una sostenida mejoría en los índices epidemiológicos experimentada en las últimas semanas.
Del encuentro participó la ministra de Educación de Tierra del Fuego AIAS, Analía Cubino, quien confirmó que la provincia de Tierra del Fuego AeIAS acompañará lo dispuesto por el Consejo con vistas a una mayor presencialidad.
“Durante esta pandemia hemos comprobado que la presencialidad es una herramienta fundamental para el aprendizaje de niñas, niños y adolescentes. Dada las nuevas y favorables circunstancias en el marco de la pandemia, desde Tierra del Fuego vamos a empezar a trabajar en los puntos acordados en el Consejo Federal. Es decir, a partir del 1 de septiembre comenzaremos a planificar los pasos a seguir en la intensificación de la presencialidad en todos los establecimientos educativos”, sostuvo la funcionaria.
Como se sabe, hasta ahora se ha venido impartiendo clases presenciales a través de un sistema de burbuja. La intención para las próximas semanas es ir incorporando paulatinamente una mayor cantidad de alumnos y alumnas.
Cubino explicó que “seguramente esto lo comenzaremos a implementar a partir del lunes 6 de septiembre. De manera que la próxima semana aprovecharemos para realizar un trabajo de planificación e implementación de la vuelta de los alumnos, evaluando fundamentalmente la situación particular de cada uno de los establecimientos”.
En ese sentido, la ministra adelantó que este viernes comenzará la ronda de diálogo con directivos de colegios y escuelas «para obtener un panorama detallado de cada establecimiento».
El nuevo protocolo a implementar a partir de lo decidido en el Consejo Federal de Educación, establece distintas condiciones a evaluar por cada distrito para lograr una mayor presencialidad. Se estableció como condición óptima el caso de escuelas que puedan asegurar la presencialidad completa manteniendo un distanciamiento físico de 1.5 metros entre estudiantes, sin dejar de ventilar, asegurando el uso de mascarillas y la higiene de manos.
También se contempla la condición admisible, para el caso que no sea posible asegurar el distanciamiento de 1.5 metros para una presencialidad plena. Así se tomará una distancia física de 0.90 m entre estudiantes en las aulas, manteniendo el requerimiento de 2 metros en los espacios comunes y con el cuerpo docente. En este caso, aumenta el requisito de ventilación, no solamente manteniendo abiertas ventanas y puertas, sino incrementando el tiempo de ventilación entre clases.
Se puntualizan también excepciones: solo para los casos en los que no sea posible mantener un distanciamiento físico de 0.90 metros entre estudiantes y permitir una presencialidad plena bajo esta condición, se podrá mantener una distancia mínima de 50 centímetros. Las excepciones podrán aplicarse en contextos de bajo y medio riesgo epidemiológico y con adecuada cobertura de vacunación en la población general. En el caso de que el riesgo epidemiológico pase a ser alto, no se podrán establecer estas excepciones.