El incidente ocurrió el pasado 7 de julio. Obligó a la evacuación de los internados y dejó inutilizable el edificio. Este hecho desnudó el problema que posee la provincia por la falta de un lugar adecuado para albergar a pacientes psiquiátricos.
El incendio se produjo el pasado 7 de julio. Obligó a la evacuación de los internados y dejó inutilizable el edificio. Este hecho desnudó el problema que posee la provincia por la falta de un lugar adecuado para albergar a pacientes psiquiátricos.
La jueza de instrucción 2 de la ciudad de Ushuaia, María Cristina Barrionuevo, declaró inimputable al hombre que incendió intencionalmente el único hospital público de la capital de Tierra del Fuego durante un incidente ocurrido el pasado 7 de julio que obligó a la evacuación de los internados y dejó inutilizable el edificio, informaron fuentes judiciales.
La justicia fueguina confirmó que el fuego fue provocado por un paciente psiquiátrico internado en una de las habitaciones del servicio de Salud Mental.
El hombre de 31 años y con antecedentes penales encendió el colchón de la cama que ocupaba, lo que originó las llamas que luego se esparcieron por el techo hacia otras dependencias del hospital.
Como consecuencia, la mayoría de las instalaciones sufrieron graves daños, en especial las del servicio de hemodiálisis y el laboratorio.
El día del incendio, cinco pacientes internados en terapia intensiva tuvieron que ser trasladados de urgencia a la Clínica San Jorge, situada a pocas cuadras, y 15 de sala general (4 de ellos con Covid-19) fueron llevados al hospital de campaña montado en el Polideportivo Municipal de la ciudad.
El hospital cerró sus puertas en plena pandemia de coronavirus y aún hoy funcionan algunos servicios de manera parcial, dentro del edificio o en instalaciones anexas.
La jueza Barrionuevo dio por demostrado que el autor del incendio fue el paciente psiquiátrico.
En el fallo judicial al que accedió Télam consta que los policías que custodiaban al sujeto ingresaron a la habitación a las 17.55 del 7 de julio, y se encontraron con el “humo negro” que emanaba de la cama ocupada por el hombre, la más próxima a una de las ventanas.
Por su parte, el autor del hecho había salido de la pieza y estaba sentado en un banco con una mochila y una bolsa, observando cómo comenzaba el operativo para apagar el incendio y evacuar a los internados.
En la causa también consta que, momentos antes, el hombre se había dirigido al sector de enfermería, había tocado la puerta y asegurado a los enfermeros: “Ya está, ya quemé todo”.
La jueza tuvo en cuenta que el sujeto ya había sido declarado inimputable en una causa penal anterior al incendio, y que otros jueces (uno penal y otro de familia) habían ordenado su internación en una institución especializada.
También contempló pericias psiquiátricas donde se sostiene que el hombre es un “alienado mental” que al producir el incendio actuó “a la manera de alteración morbosa de las facultades y al modo de delirio, no habiendo podido comprender la criminalidad de los actos por estar su juicio desviado”.
Además, las pericias confirmaron en el acusado “una estructura de personalidad con importantes carencias socio-culturales y antecedentes de marginalidad, donde priman los rasgos rígidos, psicopáticos e impulsivos que cuentan a su vez con un retraso mental leve asociado a una posible psicosis no especificada”.
El hombre, que quedó detenido luego del incendio, fue transferido e internado en una clínica de la provincia de Buenos Aires, confirmaron voceros de la Justicia fueguina.
A su vez, otras fuentes hospitalarias y judiciales consultadas por Télam coincidieron en que este hecho desnudó el problema que posee la provincia por la falta de un lugar adecuado para albergar a este tipo de pacientes.
“Los profesionales de salud mental lo vienen denunciando desde hace tiempo y no fueron escuchados”, concluyeron los voceros.